jueves, 30 de julio de 2020

La sonrisa de mamá

La última sonrisa que vi de ella fue antes de la cuarentena. La última vez que nosotros estuvimos con ella, tenía puesto una bolsa negra. La tierra se la tragó y no pudimos despedirnos. Nos quedamos solos, y la casa se sentía inmensa sin ella. En la mañana, mi hermano con los ojos hinchados me dijo desesperado:

– Sonríe. Ya no puedo más.

Intenté abrazarlo, no se dejó.

– Solo sonríe.

–No puedo– contesté llorosa.

Me llevó  al frente de un espejo y puso la foto de mamá a lado: "Por favor, déjame ver su sonrisa".

Por Dessiré Tito.


miércoles, 8 de julio de 2020

Origen

Se encuentran uno al frente del otro, en la mesa hay dos cafés y un postre a medio terminar. Ella lee cuentos de Mariella Sala y él, cuentos de Jorge Borges. Él la mira de reojo: sus lentes se encuentran muy por debajo de su lugar habitual, cerca más a sus labios que a sus ojos. Él los sube con delicadeza y ella le agradece con una sonrisa. Conectados por ese hilo tejido por la literatura, contemplan un paisaje con atardeceres rojos y colibríes que cantan sobre futuras nostalgias.

Por Ofelia Panela.

lunes, 6 de julio de 2020

Él cambió

El día 125 de la cuarentena, lo pasaron como cuando se enamoraron. Ella le preparó el almuerzo y se acurrucaron en la terraza. Una de las vecinas vio la escena, al principio con ternura. Luego, con horror. Ella fue a destapar otro vino, dejó su celular en la terraza y este empezó a vibrar. Ella se asustó, pensó que Cesar se enojaría —seguro es mi hermana— le dijo. Cesar seguía mirando la calle. —Cambió, no volverá a golpearme— pensó. Sonó el timbre.

—¿Quién es?

—policía.

Los policías entraron al departamento, uno de ellos vomito al entrar a la terraza. El olor fétido del departamento alcanzaba a todo el edificio. Mientras metían el cuerpo de Cesar en una bolsa negra. Ella seguía gritando que él no hizo nada, que él la amaba, que desde hace unas semanas no la golpeaba, que el cambió, como se lo prometió.

Por Dessiré Tito.

No fue una pesadilla

 E ntre pesadillas, alguien me perseguía, nuevamente yo huía sin saber bien quién era aún, temía que me hiciera lo peor, eso que ni a una mu...